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El algodón es uno de los materiales más utilizados para reemplazar la lana de oveja o la piel de conejo en la fabricación de telas.
El uso de materiales que se alejan de la explotación animal hace parte de esta tendencia que promete transformar, gracias a las nuevas generaciones, la relación entre los individuos y los materiales.
El interés por conocer la materia prima con la que se fabrican los elementos que decoran nuestros espacios ha incrementado en los últimos años. Algo similar a lo que sucede con la comida, los cosméticos y la moda: las personas quieren sentirse bien con lo que están consumiendo y quieren apoyar una causa con beneficios directos sobre la naturaleza.
El diseñador de espacios Felipe Toro explica que “con el diseño interior vegano se trasciende a algo más profundo, que no debería partir de una moda, sino desde un estilo de vida, una filosofía que se basa en ser empáticos con los animales desde los espacios que habitamos”.
El cuero, la lana de oveja, las plumas de ganso o la cera de abeja son algunos de los materiales que con los años se han normalizado en la fabricación de telas, tapetes, velas y cojines. La tarea y el proceso de transición no es fácil, sin embargo, las nuevas generaciones de profesionales se están educando en el tema y encontrando sustitutos que no deriven de animales.
Vegandesign.org es una plataforma que reúne distintas opciones de marcas y proyectos, de más de 60 países, comprometidos con el movimiento. También ofrece cursos que educan a los emprendedores en formas de adaptar su negocio al veganismo. Una de estas naciones es China, de donde proviene el 80 % del cuero que se consume en el mundo, según el portal Vegan Design. Si bien la implementación de esta tendencia ha sido compleja, con la inversión en el país de marcas como Ikea, que cuentan con un amplio portafolio de mobiliario vegano, se ha incrementando su consumo.
El objetivo entonces es buscar otras opciones, implementar otros materiales que también tenemos cerca, como el algodón o la soja. Felipe Toro enfatiza en la importancia de resaltar que un hogar vegano no cambia la sensación de tranquilidad y ambiente energético que busca el interiorismo. “Incluso, puede generar más bienestar en una persona muy comprometida con la causa al saber que en su casa no hay materiales derivados de animales y que es un espacio que se conecta con su personalidad”.
El uso de materiales como el bambú, el cáñamo y la soja o de pinturas veganas para las paredes, poliéster derivado de PET, cueros sintéticos y la reutilización de mobiliario y materiales reciclados hacen parte del camino que los profesionales pueden recorrer para impulsar un estilo de interiorismo vegano, amigable con los animales.
El interiorismo vegano tiene beneficios para la salud de los recién nacidos, debido a la disminución de químicos en los procesos de producción.