Áreas comunes en proyecto Kúo. Cortesía Contex Constructora

La pandemia ha hecho replantear muchos aspectos de nuestro entorno y los proyectos inmobiliarios no son la excepción.

La oferta de proyectos inmobiliarios sigue en ascenso. Ni en esta época marcada por una pandemia mundial el sector se detuvo y por eso las alternativas abundan en el mercado. Ante este panorama, un factor diferencial son las zonas comunes, espacios que cada día cobran mayor relevancia, en específico, áreas con un enfoque diferente a los tradicionales.

La relación de las personas con su entorno se ha modificado por las circunstancias actuales y esto ya se ve reflejado en las tendencias en construcción. La apuesta pretende revolucionar el sector con espacios seguros de socialización, entretenimiento y recreación; además, busca fortalecer las opciones verdes por lo que estas representan para la salud y el medio ambiente.

Sumado a lo anterior, ahora las viviendas no son solo un lugar de paso, sino un refugio, tal y como lo destaca Verónica Llano, arquitecta externa de Contex Constructora. Para ella, estas se han convertido en «epicentro y lugar seguro, un espacio que debe suplir todas las necesidades que antes encontrábamos fuera de ella».

El impacto del teletrabajo

Desde antes de la pandemia ya se venía hablando mucho sobre coworking y la creciente tendencia del teletrabajo, pero ahora es un tema ineludible. Para Contex Constructora estas zonas comunes cada vez cobran más relevancia. «Los coworking motivan a las personas a tener espacios diferentes a sus casas para trabajar o para tener reuniones presenciales. Las personas pueden contar en su unidad con espacios diferentes a su casa, pero a solo unos pasos de ella sin exigirles movilidad o riesgos mayores frente a la pandemia, ya sea para desconectarse de la familia, tener mayor concentración o realizar trabajos creativos que requieran más espacio», explica Llano.

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Por otra parte, Marcela Valencia, directora de Producto, Marketing y Publicidad de Grupo Arké, explica que este era un concepto que pensaban que estaría desarrollado y aplicado para el 2025, pero a raíz de la pandemia se tuvo que anticipar. «A pesar de que, muchas empresas hayan decidido dejar gran parte de sus empleados en trabajo en casa, muchos de estos no tienen las instalaciones idóneas para ejercer sus labores de manera efectiva. Por esa razón, algunos de estos empleados buscarán espacios para poder concentrarse en zonas de coworking. O por el contrario buscarán una vivienda con espacios flexibles que puedan convertir en áreas de trabajo, o edificios con amenidades que les permitan salir de su casa y cambiar de ambiente para poder cumplir con sus objetivos laborales».

Zona de coworking en proyecto Naté. Cortesía Contex Constructora

¿La piscina está obsoleta?

Arquitectos y constructores consideraban la piscina como la piedra angular de las zonas comunes de los proyectos inmobiliarios, pero con el tiempo ha ido perdiendo importancia. Además, en la actualidad no es la zona más confiable por temas de salud. Por eso, la oferta se ha diversificado.

En ese sentido, de acuerdo con Marcela Valencia, lo que se debe realizar es un análisis del tipo de usuario “que va a habitar los espacios, para poder crear las áreas comunes que de verdad le generan un valor agregado, pero esto depende de varios análisis como, estrato socioeconómico, demografía, etapa de vida y los posibles hobbies que este grupo de personas pueden tener».

Por su parte, para Verónica Llano, de Contex Constructora, es fundamental explorar los usos actuales: “Hemos explorado en zonas comunes cómo garantizar que las personas las puedan seguir usando a pesar de una pandemia y no perder la conexión con la naturaleza que tanta falta hace después de varios días de encierro, por ende ganan gran relevancia lugares como senderos naturales para caminar, trotar o pasear la mascota; zonas de lectura al aire libre; circuitos de deporte Hit; gimnasios funcionales en exteriores; zonas de picnic o fogata; miradores; áreas BBQ; terraza de eventos; zona de yoga o meditación, y para el entretenimiento de los niños, canchas y juegos multifuncionales que puedan hacerse al aire libre”.

El reto está en entender los cambios y dinámicas de la cotidianidad, porque según Valencia, no se trata de replicar lo que está haciendo el sector en general, sino que es fundamental entender al consumidor. «Nos hemos dado cuenta que no siempre la oferta está alineada con la demanda. Las carencias que se están evidenciando a raíz de esta contingencia son de comportamiento, de actividades, de espacios y otros intangibles que empiezan a cobrar más valor como el diseño arquitectónico, la ubicación y las zonas comunes coliving«.