Crédito Foto: Shutter
Uno de los retos del sector es determinar la pertinencia de algunas tecnologías para las necesidades de un proyecto o una ciudad. No hay que aplicarlas porque sean buenas, sino porque en realidad sean necesarias.
La impresión 3D, la realidad aumentada y la automatización son algunas de las tecnologías vinculadas con la arquitectura.
Para entender las distintas aplicaciones tecnológicas en la arquitectura y la construcción es necesario hablar del ciclo de vida de una edificación: desde el inicio de una renovación y su programación, pasando por el diseño conceptual, el análisis y la documentación, hasta llegar la fabricación, la construcción y finalmente su operación.
Cada etapa tiene sus tiempos, costos, características y un elemento en común: los modelos de información o modelos BIM, por sus siglas en inglés. Así lo explica Juan Camilo Isaza, docente de la Universidad Pontificia Bolivariana e investigador en tecnología de la construcción. “La construcción de un modelo de información permite comprender los componentes de la edificación a partir de sus propiedades, por eso concentra un conjunto de datos técnicos asociados a cada uno de los materiales, a partir de los cuales se pueda extraer, incluir o utilizar datos para el desarrollo de un proyecto o una tecnología”.
Por ejemplo, una columna vista sobre un plano tradicional es solo el dibujo de un cuadrado, pero cuando se ingresa ese cuadrado a un modelo de información lo agrego con propiedades asociadas, como la forma, el área, el material y la resistencia.
Todos estos datos estarán disponibles en el modelo de información durante el ciclo de la construcción. Los podrán usar el constructor, el fabricante de las piezas, el operador. Y a partir de él, se pueden crear nuevas herramientas tecnológicas que, de acuerdo con el docente, permiten incrementar la productividad en los procesos, administrar mejor los recursos, prever costos y definir la operación del edificio.
Entre los desarrollos tecnológicos más importantes de los últimos años está la automatización de los espacios en una casa por medio del internet de las cosas, la implementación de robots en los procesos de construcción, la impresión 3D y la realidad aumentada. “También la aplicación de máquinas y sistemas como el Steel Frame que, a partir de un diseño archivado en una USB, corta el metal siguiendo un diseño preestablecido y, al final, entrega las piezas, cada una con las instrucciones marcadas en un código QR para indicarle a su operador cómo y dónde ubicarlo”, explica Juan Camilo Isaza.
Los modelos de información también permiten simular los desempeños de una edificación en un algún aspecto técnico o ambiental, por ejemplo, cómo se comporta la luz, así como la simulación del comportamiento de los trabajadores con el objetivo de crear estrategias en caso de una emergencia.