Hablar sobre la relevancia de la arquitectura en nuestras vidas es tan esencial como hablar de la importancia de nuestro bienestar físico y mental.
Los edificios nos hablan, nos interpelan, nos tocan profundamente porque además de proporcionarnos protección física, también nos impactan desde un punto de vista psicológico.
Deberíamos tomar conciencia de lo sensibles que somos a todo lo que nos rodea, para que nuestra sociedad otorgara una mayor importancia a la experiencia visual. Debemos rendirnos a la evidencia de que somos vulnerables a la fealdad de una cortina de plástico, como por fortuna, también lo somos a la belleza de una alfombra persa o de una columna corintia.
Cuando tenemos una actitud consciente ante la contemplación de nuestro entorno, podemos utilizar esta experiencia visual a nuestro favor. Un determinado diseño arquitectónico puede invitarnos a entrar en un estado de ánimo, que de otro modo, seríamos incapaces de alcanzar. Tomarnos en serio la arquitectura significa tomarnos en serio nuestro placer estético, y saber disfrutar de la belleza es una señal inequívoca de haber aprendido a gozar de una buena vida.
Continúa leyendo el artículo haciendo click aquí…